Un estudio realizado en el Centro Médico Samson Assuta de la Universidad de Ashdod ha demostrado que la nueva neumonía por coronavirus puede tener consecuencias muy peligrosas para las mujeres embarazadas.
El caso es que el nuevo coronavirus es capaz de afectar negativamente a la placenta y, en algunos casos, entrar en el cuerpo de un niño que se desarrolla en el útero materno. Esto aumenta el riesgo de muerte fetal.
Detrás del estudio en Israel está el profesor Eran Barzilay, quien mencionó por separado estudios internacionales que indican una duplicación del riesgo de muerte fetal cuando una madre está infectada con "COVID-19" (en comparación con los riesgos de embarazo no acompañado de infección por el nuevo coronavirus). Obviamente, los riesgos aumentan precisamente en el contexto de daño al tejido placentario, ya que el virus tiene un efecto extremadamente negativo en la placenta, incluso en los casos en que la mujer embarazada no tiene complicaciones graves de la enfermedad.
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